La enfermedad periodontal es una de las enfermedades más frecuentes en la edad adulta. Se trata de una enfermedad de origen bacteriano de tipo crónico que afecta a todos los tejidos de sostén del diente (encía, hueso y ligamento periodontal). Con los avances tecnológicos que existen actualmente en ortodoncia, son muchos los adultos que demandan estos tratamientos cada vez más estéticos y llevaderos por los pacientes de más edad.
El apiñamiento dentario, las maloclusiones, la mala higiene facilitada por la malposición dentaria son factores que claramente empeoran o pueden agravar la enfermedad periodontal y que deben resolverse mediante tratamiento ortodóncico, pero ¿se puede hacer tratamiento a un paciente con este problema? La respuesta es SI, siempre y cuando la enfermedad periodontal esté controlada, sin bolsas, inflamación de encías y con control microbiológico. Es decir, antes iniciar la ortodoncia el paciente será sometido a un estudio periodontal completo, tratamiento periodontal, mantenimientos periodontales, estudios microbiológicos y cirugías si están fueran estuvieran indicadas con el fin de estabilizar la salud periodontal. En estos casos es fundamental que ortodoncistas y periodoncistas vayan de la mano durante todo el tratamiento ortodóncico. La ortodoncia consiste en la aplicación de una serie de fuerzas sobre los dientes, que generan normalmente una reacción inflamatoria del tejido de soporte del diente que si previamente está afectado puede desencadenar una situación nefasta para la viabilidad de los dientes. Además, el tipo de ortodoncia debe ser especial, con fuerzas controladas siendo necesaria la implicación del periodoncista antes, durante y después del tratamiento. El tratamiento ortodóncico mal ejecutado puede agravar la destrucción del tejido periodontal. En particular, la combinación de inflamación, fuerzas ortodóncicas y trauma oclusal puede originar complicaciones irreversibles. Si el tratamiento de ortodoncia se realiza de forma correcta con vectores de fuerza controladas, contínuas y leves, se puede efectuar en el adulto con periodonto reducido pero sano sin deterioro adicional de los tejidos de sostén. La higiene dental de este tipo de pacientes debe ser exquisita, de lo contrario, la pérdida ósea será mucho mayor al mover dientes hacia defectos contaminados. Siempre que se ejerzan fuerzas leves y se mantenga una higiene bucal excelente, no hay contraindicación para mover dientes hacia áreas de hueso reducido. Nuestra recomendación es realizar una revisión periodontal y limpieza profesional cada 3-4 meses en este tipo de pacientes de forma paralela al tratamiento de ortodoncia.
En Pelegrina & Co contamos con la colaboración la Dra. Noelia Camarero experta en periodoncia quien te valorará y realizará un estudio periodontal con el fin de determinar la posibilidad de que inicies tu tratamiento de ortodoncia.