En Clínica Pelegrina estamos viendo un aumento del bruxismo en nuestros pacientes que incluso, en el peor de los casos, llega a fracturas dentales.
Pero, ¿sabes en qué consiste exactamente el bruxismo y cómo se trata? Hoy te daremos las claves y te explicaremos qué es lo que hacemos en nuestra Clínica.
Qué es el bruxismo: diagnóstico y evaluación
El bruxismo consiste en apretar y rechinar los dientes. Este hábito suele darse más por la noche, cuando el paciente está dormido, aunque también hay casos en los que se da durante el día.
El origen del bruxismo es, normalmente y en la mayoría de los casos, el estrés. Al apretar los dientes mediante la mandíbula, el cuerpo libera tensión acumulada.
Por ello, es lógico que durante este confinamiento, en el que todos hemos estado expuestos a unos niveles muchos más altos de incertidumbre y estrés, el bruxismo haya aumentado en muchos pacientes llegando hasta la fractura dental.
El bruxismo es una patología y hay que identificarla y tratarla lo antes posible, ya que tiene numerosas consecuencias en tu salud oral y general:
>> Pérdida del esmalte dental por la fuerza ejercida entre los dientes. Al perderse el esmalte, los dientes quedan más desprotegidos ante las caries. Además, puede aumentar la sensibilidad dental.
>> Molestias y dolor en mandíbula, cuello, oídos o espalda por la tensión que realizan los músculos al apretar. Este suele ser el indicativo más claro de que se padece bruxismo, además del sonido que se produce al rechinar los dientes durante la noche.
>> Fisuras y fracturas dentales. En el caso de un bruxismo severo y continuado en el tiempo sin tratamiento, como comentábamos, el diente puede llegar hasta a quebrarse.
>> Problemas en las encías. Esta patología también afecta a las encías, puede provocar su inflamación, aumentar la movilidad de alguna pieza dental y llegar a necesitarse ortodoncia.
>> Sueño interrumpido y falta de descanso.
El bruxismo solo puede ser diagnosticado por un Odontólogo. En Clínica Pelegrina, realizaremos un análisis profundo de tu boca y llevaremos a cabo todas las pruebas necesarias para poder diagnosticarte de forma adecuada según tu caso.
Férula de descarga: el tratamiento estrella para el bruxismo
Lo ideal es identificar la causa del estrés y de la tensión e intentar aliviarlo, pero en muchos casos no es posible.
Por ello, el tratamiento más común para el bruxismo es la creación y uso de una férula de descarga o placa miorelajante.
Se trata de una placa de resina dura que se coloca en la mandíbula superior del paciente normalmente durante las noches y que consigue:
>> Proteger los dientes de la fuerza ejercida y evitar el desgaste del esmalte, la inflamación de encías, fracturas y movilidad de piezas dentales.
>> Aliviar la tensión que sufren los músculos, y eliminar las molestias y dolor articulares.
Para que la férula sea efectiva, debe crearse de forma totalmente personalizada para cada paciente y por un odontólogo especialista.
Primero han de tomarse moldes para que el ajuste con la boca del paciente sea perfecto. Una vez fabricada, el odontólogo debe realizar las comprobaciones necesarias para garantizar que el uso de esa férula será satisfactorio.
A partir de aquí, entrará en juego el compromiso y constancia del paciente, que deberá utilizarla de forma recurrente para que realmente sea efectiva.
Otros tratamientos complementarios a la férula que realizamos según las necesidades de cada paciente, son la fisioterapia craneofacial para conseguir que los músculos que aprietan los dientes se relajen.
También empleamos el bótox, para «paralizar» temporalmente los músculos maseteros. De esta forma, reducimos la actividad muscular y el apretamiento.
Hay algunos pacientes en los que la destrucción del diente ha sido elevada por el bruxismo. En estos casos, rehabilitamos con porcelana para que así la pieza recupere su anatomía original.
El bruxismo no siempre es fácil de identificar por los pacientes, normalmente suele ser una persona de su entorno la que le comunica que rechina los dientes por la noche, al oír ese ruido tan característico.
Otra forma de identificarlo son las molestias y tensión que pueden sentirse. Por ello, si últimamente has estado o estás más estresado de lo habitual y sospechas que podrías sufrir bruxismo, ven a vernos.
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